De hecho entre 1943 y 1949 se condecieron 54 medallas Dickin; 32 para las palomas, 18 para perros, 3 a caballos y 1 para un gato.
¿Un gato? se estarán preguntando preguntando. Sí. Simon era un felino blanco y negro, pequeñito, que viajaba a bordo de la fragata real inglesa Amethyst por el río Yangtze, en China. El barco fue sitiado y atacado por los comunistas chinos durante varios días y parte de la tripulación murió. El pequeño Simon huyó aterrorizado hacia las profundidades de la fragata, pero el hambre le hizo regresar a la cubierta 5 días después.
Estaba herido, con cuatro heridas de metralla, quemaduras y una gran conmoción. Lo vendaron y curaron, pero él continuó cazando las ratas del barco mientras se recuperaba. También patrullaba entre sus compañeros enfermos, que le veían pasar con su pequeña cabeza vendada. Los supervivientes se sintieron reconfortados por el pequeño gato y tuvieron fuerzas para seguir adelante, imitándole.
Perros tambien han recibido la medalla Dickin, como el perro Rob (que saltó veinte veces en paracaídas para la realización de misiones secretas en territorio enemigo), Ricky, que a pesar de sufrir graves lesiones mientras desempeñaba su labor de detector de minas continuó trabajando en distintas misiones después de la guerra o los perros Belleza, Peter, Irma y Jet, destacados en el rescate de supervivientes bajo los escombros de Londres tras los bombardeos alemanes.Sin embargo los perros no son los únicos animales que trabajan y se sacrifican ayudando al hombre en las guerras. Entre los animales heroicos se cuentan también especies tan diversas como las palomas, las cuales sirvieron como mensajeras en conflictos como la II guerra Mundial (de las 17.000 enviadas a territorio enemigo sólo regresó 1 de cada 8); los caballos (sólo en la I Guerra Mundial murieron 8 millones de estos animales) o ejemplares tan exóticos como delfines y leones marinos (utilizados para la detección de minas subacuáticas) e incluso luciérnagas que iluminaban a los soldados cuando leían los planos durante las noches en las trincheras.
Recientemente ha sido inaugurado en el centro de Londres un monumento conmemorativo para rendir tributo a todos estos "animales en guerra". Con él se pretende homenajear no sólo a los condecorados con la medalla Dickin, sino a todos aquellos animales anónimos que, según recordó Jilly Cooper, presidente de la PSDA:"Sin tener idea de por qué habían sido arrastrados a los conflictos de los hombres, actuaron solamente movidos por la lealtad y el afecto".
No hay comentarios:
Publicar un comentario